La mejor forma de aprender a trabajar en equipo es el mismo trabajo en equipo. Los especialistas coinciden en que para que un equipo funcione, sus integrantes deben tener confianza en los demás, y en que la confianza se va desarrollando en los encuentros, a través de la discusión, hacer críticas constructivas, un alto nivel de cooperación y colaboración en el intercambio de ideas y las impresiones que cada miembro del equipo se va formando de los demás reconociendo sus intereses y logros, finalmente compartir la gloria sin arruinarle la fiesta al otro.
Los grupos y equipos ofrecen ventajas como generar sinergia (rendimiento del grupo es superior a la suma de lo que cada individuo aportó), evitar errores garrafales y lograr una mayor aceptación de las decisiones y mayor compromiso con ellas. Por otra parte los grupos y equipos presentan algunas desventajas, como mucha conversación y poca acción, tendencia al conformismo al pensar y actuar, holgazanería social y creación de conflictos.
Para ser un jugador de equipo eficiente es importante elegir los papeles más eficaces: colonizador, investigador de recursos, coordinados, formador, vigilante-evaluador, trabajador en equipo, ejecutor, detallista y especialista. A pesar de que cada uno de los jugadores tiene su propia personalidad, aunque las habilidades personales pueden ser insuficientes para resolver de la mejor manera una tarea. Solamente por medio del trabajo en equipo se puede ganar la contienda, brindando experiencia técnica, asumiendo las responsabilidades de los problemas viendo el plano completo, creer el valor del consenso, conceder la importancia debida al vencimiento de los plazos y ayudar a los miembros del equipo a hacer mejor trabajo.
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